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A los infieles hay que sentenciarlos al perdón

  • Foto del escritor: Robs
    Robs
  • 25 sept 2024
  • 8 Min. de lectura

Los infieles me caen mal y amigo mío que la cometa lo sapeo. Si nos tenemos que pegar pues nos pegamos. El que le haga el daño a un cercano ya es mi enemigo. Esto es así: no existe razón válida para justificar o comprender a quien le pone cachos a quien dice amar. Son solo cobardes por no terminar su relación con una persona que claramente ya no respetan, o más fácil de decir: son simple y llanamente unos hijueputas. Homúnculos crueles, egoístas y con el corazón hecho de mierda.


Eso decía hasta que crecí.


Un avisito: este texto es de esos que uno va leyendo y va pensando "justo lo que diría un infiel". Ahora es cuestión de creerme o no, pero les juro que nunca lo he sido. Dicho eso, arranco:


Lo que pasa es que uno descubre la diferencia entre haber cometido el acto y estar representado por el acto. Como el ser humano es "una obra en construcción", "es un ser complejo", y toda esa cantidad de clichés y descripciones de la naturaleza nuestra, pues creer que el infiel es malo y ya es muy aburrido.


Lo entretenido y lo necesario en el camino del mal es justo hacer eso que molesta en esta sociedad rencorosa y violenta: escuchar al culpable. A la justicia, sea penal o no, siempre le debe interesar la razón detrás del acto, y aunque entiendo bien que quien es víctima reciba el apoyo de todo un círculo de amigos y de aquellos solidarios que, juntos, no quieren saber nada de la contraparte porque creen que nada justifica el acto como yo lo hacía cuando era pequeño, para lástima de ellos, a los infieles y a los criminales hay que escucharlos, así sepamos que no les vamos a dar la razón ni les vamos a tener conmiseración. Finalmente ser víctima del dolor tiene forma de apaciguarse cuando alguien, con razones que comprendemos o no, al menos nos las da.


Los infieles

Lo único que define ser caracterizado por el acto es la confesión. Para mí una persona es asesina cuando dice que guiado por el odio y la violencia le quitó su vida a otra, mientras que quien dice que lo hizo por defenderse a sí mismo o a su ser querido no lo es. Estoy hablando entonces de nivel de culpa y nivel de disfrute. Si disfrutas hacer el mal y no hay arrepentimiento, entonces sos una basura o estás loco y te falta un diagnóstico psiquiátrico; si lo disfrutaste pero te arrepientes, algo se puede hacer; si reincides, sos una basura; si no lo disfrutaste pero no te sientes culpable, necesitas terapia.


Una acotación: obvio, sí, hay actos que con solo haberlos cometido una vez ya es suficiente, no importa qué confesión hagas ni lo que expliques. Ser un violador, un caníbal, un zoofílico, son algunos ejemplos. Definir qué actos te encasillan al cometerlos una sola vez es algo que se resuelve solo pensando un poquito.


Despreciaré por un segundo la existencia de adictos a la infidelidad. También ignoraré a los que hablan de poligamia (el verdadero cada quien). Fijémonos en monógamos que han sido infieles una vez y nada más para afirmar con mesura que quien es infiel esa única vez puede tener una historia que lo respalde y lo salve del patíbulo social. Además, y odiando ser reiterativo en esto de diferenciar hombres de mujeres, se debe decir que la infidelidad masculina es muy distinta a la femenina.


Última acotación: en este blog se va a generalizar cada que sea posible y necesario. Quien sienta la pulsión irrefrenable de decir mientras lee "pero no todos/todas somos así", por favor deja de leer. Ese es un nivel de bobería que no soporto.


Esta vez no ahondaré mucho en las diferencias, solo diré que el hombre es infiel porque es estúpido y la mujer lo es cuando le rompieron el amor. Esa diferencia hace que en general la mujer tenga todo el aval de ser infiel. Lo machista y curioso del caso es que igual a la mujer infiel, que suele tener buenas razones para serlo, es a la que le tiran más duro. Me da risa, pero no es chistoso.


El hombre no suele tener piso que lo sostenga cuando justifica su infidelidad; de repente te dice que le puso cachos a su novia de hace 6 años y con quien se iba a casar que porque tomó mucho guaro, y ya. Eso es estupidez y la estupidez es una condición más que una decisión. La mujer, en cambio, sufre y resiste tanto que en un punto de su historia uno sí dice, así no quiera, "antes se demoró mucho en cobrársela a ese malparido".


Sobre el hombre: la condición de ser estúpido está todo el tiempo, y se debe asimilar para ser consciente de que el único remedio para la condición es tomar la decisión de evitar, en este caso, ser estúpido. Lastimosamente para tomar decisiones hay que ser capaz de hacerlo (no es tan fácil, no finjan que sí), pero además tomar decisiones es irrelevante en tanto no se ejecuten (más difícil aún). Decidir no emborracharse con la ex al lado no tiene valor alguno hasta que efectivamente se va la ex del lugar, se acaba el trago o se logró contenerse. Mientras la estupidez está dada por hecho, decidir evitarla es un esfuerzo demandante, y todo aquello que exige energía, concentración y método tiende a tener fallos en algún momento.


Quien comete infidelidad por estúpido es porque se expuso más de lo que debía a un entorno en el que no se sabe comportar. Y el infiel sabe eso, y aun así se expone, y luego se hace la víctima. De nuevo, no lo hace mala persona, solo estúpido, y si uno va a odiar a la gente porque es estúpida entonces hay que odiarlos a todos al mismo tiempo. El argumento central de este texto es que vivir odiando es estúpido también, entonces pa' qué.


Para no jugar el papel de víctima ni hacer daño, señoras y señores, hay que revisarse y reconocer las debilidades para poder decir con tranquilidad cosas como: no debo estar donde está mi ex, no debo tomar alcohol ni consumir drogas, no puedo tener el celular en la mano porque sé que le hablo, no debería seguir a todas estas mujeres u hombres en instagram, no debo ver a esta persona más de dos veces a la semana, no debería quedarme solo o sola con esta persona, tengo que dejar de juntarme con esta persona. Hay que decidir evitar la tentación, como Dios quiso mientras Adán y Eva no quisieron. También es necesario pensar algo mucho más sencillo: reconozco mi debilidad y no estoy listo para tener una relación formal.


Entonces creo que uno se trabaja a sí mismo para que en los momentos de autodesprecio eso no sirva como excusa para flaquear en los principios. Hay que solidificar esa clase de valores que son innegociables. Así no se es infiel, ni se roba, ni se asesina. Aspirar a ser buena persona y cada vez mejor, dejar de vivir en la excusa (que es mediocre) y decirse como me dijo mi papá toda la vida: no hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti.


Ser víctima de infidelidad

Esta forma de vivir me ahorra mucha ansiedad y estrés, dos de los males de mi generación, y creo que todos deberían seguirme en esto: controlar la reacción propia en vez de la acción ajena.


A mí me da bastante igual la idea de que mi novia sea infiel y ella lo sabe. Sé que si lo hiciera estaría mal ella, pues yo evito darle razones que la justifiquen. Luego, ella podría contar la historia en donde quien escuche le daría la razón y determinaría que efectivamente es mi culpa que ella me pusiera cachos, pero daría igual, cada quien tendrá su versión. Para no estresarse por eso lo importante es no querer tener la razón, así uno sepa que la tiene. Recuerden siempre que la gente es toda sapa: sin tener nada que ver quieren decidir sobre dos personas que vivieron sus cosas a nivel interno. Y así como la estupidez es una condición, ser sapo también, entonces a la gente hay que dejarla.


El infiel no merece mi dolor ni mi atención. No merece mis lágrimas ni que me haga dudar de lo que fui o hice durante la relación. Para evitar sentir la duda y la inseguridad hay que vivir la relación sintiendo que se están haciendo las cosas bien. Sentir el valor propio más que el que te dan. Solo así, cuando te pongan cachos, es fácil soltar y dejar ir. Centrarse en que "no se fue suficiente" es justificar al infiel sin que él o ella te diga nada. Y cuando se hace todo bien el infiel no merece que se le justifique, merece que se le escuche.


Que te pongan cachos y te traicionen es doloroso, pero no debe ser motivo de rencor. Creo que sí vale la pena alejarse de esa persona; pero si quien te hizo daño puede acceder a tu perdón, pues dárselo y ya, porque raro es el que comete infidelidad buscando hacer daño. Cada uno luego puede determinar si fue desproporcional la medida o no, pues a lo mejor haberme olvidado de darte flores amarillas no ameritaba que te comieras a mi hermano, pero al menos ya sé por qué buscaste herirme. Y en ese sentido, de nuevo, mi reacción: si lo hiciste no podemos seguir juntos porque no voy a arriesgarme a tu reincidencia ni mereces mi esfuerzo; y si lo hiciste por hacerme daño, pues estás mal, me tienes rencor y no hay forma de que sigamos juntos.


La traición debe romper todo, menos tu corazón.


Es más agradable confiar en que la gente no es mala ni siquiera cuando hace el mal. Y aunque no creo en ser más que los demás, hay momentos en la vida donde uno sí tiene que saber que es superior al otro; cuando uno es más grande y el otro es más pequeño se les ve fracasados y rotos y no dan rabia sino pesar. Eso, la verdad, ayuda a estar bien.


El origen de toda esa serie de axiomas y frasecitas es porque mi primera novia me fue infiel. 13 años después todavía me sé el nombre de ese niño que nunca conocí y del que ella alcanzó a hablar inocente, pero delatoramente. Eso duele tanto que supe desde ahí que nunca haría nada así. Supongo que las novias que tuve y la que hoy tengo pueden agradecer que fui primero víctima que victimario, pues tal vez si hubiera sido al contrario yo sería otra cosa. I guess we'll never know.


Cinco notitas para terminar de resolver un tema imposible

  1. Tener pareja es renunciar a unas para obtener otras. No se puede querer todo ni tener todo. El mito del rey Midas ya lo explicó todo.

  2. Pensar en el pecado no te hace pecador. Ni la ley ni Dios castigan el pensamiento impuro en tanto no se cometa el acto. Creo que puedes desear a otras personas distintas a tu pareja así como puedes imaginarte cometiendo crímenes, lo importante siempre es NO hacerlo. Los que fiscalizan el pensamiento tienen que salir más a la calle.

  3. Si te han sido infiel y aún sufres por eso creo que eres un poco bobo o boba, pero aprenderás a dejar de serlo. Las tusas son producto de sentirse poco valorado y creer que se perdió tiempo, lo cual no tiene sentido: el valor se lo da uno mismo y haber amado nunca es perder el tiempo.

  4. El amor siempre se mide en tiempo presente y por eso a veces la infidelidad no borra todo lo que se vivió. Hay que entregarse a esa idea para poder recordar con cariño el amor que hubo en una relación que se rompió. Lo único que puede tumbar esa idea es que el infiel se confiese al decir "realmente nunca te amé".

  5. Hay mucha gente buena y siempre pueden enamorarse otra vez. Enamórense aun con el riesgo de que falle y les hagan daño porque van a ser más los días viviendo enamorados que sufriendo, pero sobre todo, porque vivir amando es la única forma seria y decente de existir.


Frase inspiradora, cierta y contundente y loca y agresiva sobre la infidelidad. Mucho mejor que mi texto.
Cosas para mi muro punto com lo dijo todo

Contador de "infidelidad" y sus conjugaciones: 31

Contador de "estupidez" y sus conjugaciones: 11

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